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jueves, 14 de mayo de 2015

Mi perro tira de la correa (II): técnicas antitirones en positivo

APRENDE QUÉ NO DEBES HACER, QUÉ RUTINAS NECESITAS ESTABLECER Y CUÁLES SON LAS TÉCNICAS ANTITIRONES EN POSITIVO PARA EDUCAR O RE-EDUCAR A TU PERRO Y QUE NO TIRE DE LA CORREA.

Una vez comprendemos por qué el perro tira de la correa (asunto tratado en "Mi perro tira de la correa (I): ¿por qué?”), debemos aprender (y estudiar) las técnicas de adiestramiento y hábitos diarios que nos ayudarán en la tarea de enseñar a pasear correctamente a nuestro perro. Pero, primero tenemos que enumerar que NO vamos a hacer: 
Lo más importante del proceso es ser paciente.
  • Nada de molestias físicas o castigos. Ni siquiera los "toques” con la mano, está muy demostrado que no son necesarios. Es más... si no vas a tocar a tu perro para darle una caricia, mejor no lo toques que nada bueno conseguirás.
  • Aun más prohibido es dar jalones de la correa y usar ahorques. Con ellos podemos conseguir empeorar el problema, como comentamos en la primera parte, o generar uno nuevo más grave. No son extraños los casos en los que pasamos de un perro que tira de la correa a uno que es imposible tocar sin que se orine encima o te intente arrancar la mano. Es inútil y nada ético.
  • Ser impaciente y caer en el estrés. Puede llegar a ser muy frustrante la lentitud del proceso, así que si empiezas a perder la motivación, abandona ese día el trabajo con tu mascota y vete a algún sitio donde divertirte con ella. Tras ese momento especial, recargarás las pilas y recordarás el motivo de todo esto: que tu perro sea feliz y el paseo una alegría, no una condena. 
Graba a fuego en tu memoria estas tres advertencias, caer en ellas puede generar una espiral que hace muy difícil salir de estos métodos aversivos (desagradables o dañinos) o que nos haga abandonar definitivamente. Y a continuación recapitula los hábitos diarios que debes establecer:
  • "Mens sana, in corpore sano”. En la primera parte comentamos que un exceso de energía física y mental pueden ser una causa de los tirones de correa. Ejercita todos los días a tu perro y consigue que descargue. Tiene que correr y debe sentirse estimulado por el medio, el juego, los olores, etc. Si tienes un perro tranquilo, valdrá con unos buenos paseos. Si pide más, sal a correr con él o busca alguna actividad enérgica. Los juegos con juguetes de actividad (pelotas, por ejemplo) son simples, funcionan y ayudan con el vínculo. Un perro relajado será mucho más fácil de manejar y si siente bienestar psicológico no se sentirá tan atraído por los estímulos que encuentre. En este caso, el cansancio es buen alumno.
  • Fomenta el vínculo. Si tu perro se lo pasa bien contigo, será una lapa si quieres. Un perro con un fuerte vínculo, resultado de mucha interacción y cariño, sentirá la necesidad de estar con nosotros y será un refuerzo para él.
  • Usa accesorios de paseo adecuados. Para pasear sólo necesitas un collar y correa normales. En todo caso, si quieres ayuda consigue herramientas antitirones como arneses frontales o collares tipo ronzal (¡no ahorques, ni impulsos!). 
Establecida una rutina con estos tres pilares, nos podemos preparar para estudiar y profundizar en las cuatro principales técnicas antitirones usadas. Os exponemos un resumen desde la vertiente con premios: 
  • "Semáforo rojo/Semáforo verde”: es la más habitual, sencilla de entender, pero también la que más impaciencia genera. Consiste en pararnos cada vez que el perro tire, esperando a que se coloque a nuestro lado y se relaje. Le ayudará mucho que usemos una señal verbal para indicarle que frene, un simple "para”, por ejemplo, dicha en un tono positivo (¡No estamos regañando, sino informando!).Cuando se calme, le premiamos con comida, unas caricias tranquilas y palabras poco enérgicas. Como leéis, el premio no debe ser un festejo grandioso. La razón es que si excitamos mucho al perro lo incitaremos a tirar en cuanto demos el primer paso. Desaconsejaría por la misma razón usar el juego como refuerzo, al menos, al principio. Premios, ¡Si!, pero suavemente. Al principio nos conformaremos con que se relaje. Más adelante introduciremos objetivos más avanzados, muy poco a poco, como que se siente, que espere tranquilo un intervalo de tiempo cada día un poco más largo, que nos preste atención a nosotros y no al entorno, etc. En definitiva, pide y premia toda conducta tranquila tras un tirón de la correa, subiendo el listón muy poco a poco, no hay prisas. 
  • "Muro antitirones”: es una evolución de la anterior, añadiendo que al parar nos colocaremos frente al perro, a modo de muro. Sigue las mismas pautas en el resto. Su utilidad es para con los perros más ansiosos. Ponerle una pantalla delante ayudará a que se relaje, hará señales de calma sin parar buscando que nos quitemos, pero sólo conseguirá relajarse a sí mismo. La idea no es humana, sino canina, ya que esto mismo es lo que hacen ellos para relajar a sus compañeros cuando las cosas se suben de tono. Nos referimos a esas situaciones en las que un perro se pone de lado frente a otro muy excitado o que perseguía frenético a un tercero. En esta técnica especialmente premiaremos, ¡Sí!, pero con tranquilidad. 
  • "Ley de Newton del paseo con perro”: si el perro tira hacia un lado, nosotros cambiaremos de dirección e iremos en el sentido opuesto. Esta actividad es más dinámica y algo más entretenida, incluso más efectiva. Con un gesto y algún reclamo (¡premios!) podemos ayudarle a que nos siga. El objetivo inicial es que vaya aprendiendo a dar la vuelta con nosotros, pero debemos ir más allá y buscar que nos vigile, que esté atento a donde ponemos el pie y, la meta del experto, que mire nuestra expresión buscando en nuestros ojos la dirección en la que iremos. Cada vez que gire con nosotros, le premiaremos. Si se mantiene a nuestro lado, premiaremos. Nos adelanta y empieza la tensión de correa, pues aplicamos la Ley de Newton del paseo con perro. Lo mismo, premios, ¡Si!, pero sin excitar.
  • "Paseo loco, pero preciso”: personalmente nos parece la manera más divertida y que ofrece muchas oportunidades para premiar la conducta de buen paseo. Toma buena nota, que seguro que te gusta. Lo primero es buscar algún modo para tener las manos libres: atarnos la correa a la cintura, usar ramales a modo de bandolera,  cinturones de paseo, de canicross etc. Con el perro atado, andaremos a un ritmo normal, muy constante, y sin cambios bruscos daremos giros imprevistos y aleatorios. El animal se verá obligado a seguirte porque está atado, por eso es importante ir a un ritmo normal, no queremos tensiones en la correa, ni hacerle daño, ni arrastrarle. El fin es conseguir que el paseo sea un juego: nosotros nos movemos perdidos y nuestro perro nos sigue con mucha atención. Aparecerán cientos de oportunidades para premiarle. Al principio, lo haremos cada vez que gire y nos siga. Luego escalaremos y le pediremos que no quede rezagado, premiando sólo cuando alcance nuestro lado y no nos adelante. Al final, ¡la meta de experto!, tendremos un "Junto” amateur, como el de la Obediencia Deportiva, y pediremos al perro que vaya a un palmo de nuestro pie sin perderlo en ningún momento, la mirada fija en nosotros y esperando cuando nos paremos. Nuevamente, premiamos, ¡sí!, pero con relajación. 
Estas son las técnicas básicas que aplicaremos para enseñar o re-educar al perro para no tirar de la correa. Se pueden convertir en juego con la suficiente motivación por nuestra parte. Es importante avanzar en los objetivos muy poco a poco, incrementar los tiempos que pedimos que esté relajado antes de premiar en una progresión gradual y quitar el premio sólo cuando logremos las "metas expertas” y en intervalos pequeños, recuperando los premios siempre. Quedan aún cosas en el tintero: organizar sesiones de trabajo, cómo empezarlas y terminarlas cuándo hacerlo, dónde hacerlo, con qué edad, etc. Las resolveremos en la siguiente parte: "Mi perro tira de la correa (III): cuándo, cómo y dónde los antitirones”


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