Tribu Naevia

Tribu Naevia

Lo Último

lunes, 1 de junio de 2015

Coprofagia en perros (I): ¿por qué mi perro se come sus heces?

"¿POR QUÉ MI PERRO SE COME SUS HECES?” ES UNA PREGUNTA COMÚN Y LA COPROFAGIA EN PERROS ES UN PROBLEMA ALGO FRECUENTE. SUS CAUSAS PUEDEN SER FISIOLÓGICAS-NUTRICIONALES O PSICO-ETOLÓGICAS, ENGLOBANDO A SU VEZ DIFERENTES CAUSAS CONCRETAS.

Coprofagia en perros (I): ¿por qué mi perro se come sus heces?
Las consecuencias de la coprofagia en perros
son nefastas, por lo que debe evitarse cuanto antes.
No son pocas las ocasiones en la que adiestradores y veterinarios reciben la pregunta "¿por qué mi perro se come sus heces?” y, en la mayoría de ellas, la respuesta es complicada, ya que las causas de la antropofagia en perros son muy variadas y difíciles de establecer en cada caso. En términos generales, la coprofagia en perros puede dividirse en dos grupos en función de cómo aparezcan:
  • Fisiológica o nutricional: cuando se debe a alteraciones fisiológicas, médicas o por faltas nutricionales. Causas principales:
    • Problemas en el sistema digestivo: diferentes dolencias y alteraciones del sistema digestivo y sus órganos puede llevar a déficits nutricionales, siendo las heces una fuente de nutrientes para suplir tal carencia. No obstante, en estos casos suele aparecer también diarrea y otros signos de enfermedad.
    • Deficiencias alimenticias: si el perro come un alimento no balanceado adecuadamente o en una cantidad insuficiente, tenderá a suplir sus insatisfechas necesidades nutricionales con alimentos que encuentre, siendo las heces una fuente de bastantes nutrientes.
    • Alteraciones intestinales: algunos postulan que los perros intentan solucionar sus alteraciones intestinales a través de la ingesta de heces, ya que parece que pueden regular la flora intestinal y aporta gran cantidad de fibra en algunos casos.
  • Psico-etológicas: si aparece el problema a raíz del aprendizaje directo o vicario (imitación) o por deficiencias de atenciones por parte de los humanos. Causas principales:
    • Necesidad de atención: perros con poca interacción y vínculo con sus cuidadores pueden estar comiendo heces porque se les atiende cuando lo hacen, siendo un refuerzo para el animal.
    • Cuidados maternales: las hembras, cuando tienen cachorritos, ingieren las heces como instinto para mantener la "madriguera” limpia, por higiene y por los depredadores, y cuando lame a las crías en el ano les estimula la defecación (algo necesario en esta etapa) y conlleva la ingesta de las deposiciones. Este caso sería una coprofagia natural, que debemos respetar aunque sea desagradable.
    • Aprendizaje vicario, social o por imitación: el perro aprende a comer las heces porque ve a otros perros hacerlo, normalmente de su grupo cercano o "manada”, siendo el primer caso el de la madre. Existen teorías de que también puede imitar nuestra conducta de recoger las heces del suelo, sólo que ellos lo hacen con la boca.
    • Refuerzo positivo: algo al comer las heces le resulta reforzante o agradable. Se habla de ciertos sabores y olores que a los perros les agrada, ya que es frecuente la coprofagia de heces de gato y de rumiantes.
    • Miedo al castigo: si castigamos a nuestro perro cuando defeca en ciertos lugares, puede darse una conducta de evitación de dicho castigo a través de la eliminación de las heces (las pruebas del delito). No obstante, muchos psicólogos critican esta hipótesis dada la elevada complejidad que implicaría este "pensamiento”. Muchos anexan este caso a la necesidad de atención: aunque la reacción sea negativa implica un acercamiento del humano al perro.
    • Potenciar el olor: los perros tienden a restregar sus cuerpos en heces para potenciar su olor como método de comunicación olfativa, por lo que comérselas podría ser una extensión de esta conducta.
    • Ansiedad: en estados de ansiedad, un perro puede llegar a realizar las conductas más imprevistas, siendo la coprofagia una de ellas. Por ello, se puede asociar a casos de ansiedad por separación, miedos, fobias, falta de ejercicio, etc.
Por otro lado, podemos dividirla en tres tipos según las heces que ingiera el perro:
  • Auto-coprofagia: se come sus propias heces. Suele asociarse más a causas psico-etológicas.
  • Coprofagia-intraespecífica: se come las heces de otros perros. Suele asociarse más a causas psico-etológicas de tipo Aprendizaje vicario, social o por imitación.
  • Coprofagia-interespecífica: se come las heces de otras especies animales. Suele asociarse más a causas Nutricionales y al Refuerzo positivo.
Hemos visto las causa de la coprofagia en perros y son tan variadas, que es una conducta-problema difícil de prevenir, conociéndose mejor las formas de re-educar y tratar, lo cual es muy importante debido a sus posibles consecuencias. Lo veremos en la siguiente parte: "Coprofagia en perros (II): consecuencias, tratamiento y prevención”.
Si te ha gustado, apoya nuestro trabajo en las redes sociales y comparte con tus amigos. Usa el hashtag #BlogNaevia para buscar nuestro contenido, compartirlo y comentarlo.

¡Gracias por leernos y hasta la próxima publicación!

No hay comentarios :

Publicar un comentario