Los zorros domésticos provienen del experimento de Belyaev. Un proceso largo de selección de los individuos más dóciles que terminó demostrando que la docilidad tiene un gran componente genético y viene acompañada de otros cambios típicos en otros animales domésticos.
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Belyaev con algunos ejemplares de zorros dóciles. |
Últimamente en la red
podemos ver muchas fotos y publicaciones hablando de zorros
domésticos. Puede que incluso alguno haya oído de alguien que ha
comprado uno. Si limpiamos un poco la información que encontramos en
Internet sobre el asunto, eliminando fraudes y engaños, podemos
determinar que, efectivamente, los zorros domesticados se están
extendiendo y son una realidad.
Estos zorros, que son
actualmente una variante del zorro plateado, provienen de un
experimento biológico a manos del ruso Belyaev e iniciado en los
años 50s. No vamos a entrar en su contexto histórico y cultural,
bastante interesante pero extenso, centrándonos en el experimento en
sí. Iniciaron un proceso de domesticación con zorros plateados para
defender la teoría de la evolución de Darwin (no aceptada por los
rusos en la época).
Empezaron con 30 machos y
100 hembras. A las crías les hacían tests de manipulación humana
desde que cumplían el mes, hasta los 7-8 meses, cuando alcanzaban la
madurez sexual. Entonces, se realizaba una evaluación final y se
clasificaban todos en unas categorías:
- Los menos domesticados, que huían y atacaban a los humanos.
- Los que se dejaban manipular, pero no mostraban interés o intentos de relacionarse con los humanos.
- Los que eran amigables y recibían a los humanos con alegría.
- Los que se mostraban ansiosos ante la expectativa de contacto humano e interaccionaban de formas parecidas a los perros. (Este grupo apareció a partir de la 6º generación).
Una vez evaluados,
dejaban reproducirse al 5% de machos y 20% de hembras ¿Cuáles? Pues
los más dóciles o mansos. Así, tras más de 50 años y de 30
generaciones, han llegado a generar una nueva sub-raza a nivel
conductual o psicológico de los zorros plateados, que son los ahora
tan famosos zorros domésticos.
Algunos piensan que el
asunto tiene su truco, pues es muy poco tiempo para que se haya
producido este cambio tan abismal: de un animal conocido por ser muy
huidizo ante los humanos a uno que parece más perro que nada. Por
ello, existen detractores de estos experimentos y afirman que los
zorros son tratados de forma especial, socializados y adiestrados. En
el experimento afirman que no es así y que reducen al mínimo el
contacto con humanos para no sesgar (contaminar) los resultados, que
tienen más un fin biológico-evolutivo que psicológico-aprendizaje.
Además, no tendría mucho sentido, ya que los zorros vendidos son
cachorros y no han podido trabajar con ellos, siendo varias las
personas que confirman que son muy parecidos al perro en carácter y
vínculo.
Otra clase de detractores
critican que se vendan. En cierta medida tienen razón. Estos
animales, por muy domésticos que puedan ser, no tienen una
consistencia genética como para que sea 100% seguro que cada
cachorro sea manso y no provoque muchos problemas a su nueva familia.
Sin embargo, los problemas económicos de Rusia impidieron la
financiación por otros medio del proyecto, aun vigente, por lo que
tuvieron que buscar otras formas de encontrar el dinero. El debate
está abierto y todas las posturas tienen su parte de razón, como
siempre.
Terminaremos con una
peculiaridad, vital para las conclusiones científicas, pero sólo es
anécdota para los interesados en el zorro doméstico en sí. Se
trata de unos cambios morfológicos que tienen los zorros de los
grupos más mansos y que no aparecieron en los que mantenían su lado
salvaje. Los más destacados:
- Manchas blancas en la piel.
- Pelo ondulado o rizado.
- Cola redondeada hacia arriba.
- Colas más cortas.
- Orejas caídas, al menos, cuando cachorros.
- Cambios en el ciclo reproductor (se reproducen más).
Lo curioso es que estos
cambios también se dan entre lobos-perros y otros animales
domésticos respecto a sus ancestros. De ello se ha concluido que la
docilidad viene acompañada de estos rasgos y posiblemente se deban a
cambios cerebrales y hormonales en los sistemas Serotoninérgicos y
Adrenales, a su vez relacionados con la melanina y pigmentación del
pelaje, entre otras cosas.
Buenos, dejamos aquí las
palabrotas biológicas. Lo importante es que los zorros domésticos
existen, no son un mito y son una realidad cada día más extendida.
Posiblemente, dentro de unos 50-60 años se hayan extendido lo
suficiente como para verlos por las calles llevados de la correa,
como si fuera un perro más.
Esperemos que os haya
gustado esta publicación, si bien está un poco alejada de lo que
hemos traído hasta ahora. Si es
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¡Gracias
por leer y hasta la próxima publicación!
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